Se ha tornado una letanía recurrente entre cierta intelectualidad el intentar acotar el campo de acción minusvalorando, cuando no directamente negando, los efectos de los cambios culturales. Una actitud que surge del temor, del desconcierto, de un miedo a perder la hegemonía, de la sensación de tambalearse sobre esa tarima desde la que profesan irrefutables verdades y que les separa de lo sucio, lo común y lo mundano…. >>>