El continuado incremento del precio del petróleo, más impulsado por la multiplicación de la demanda que por ocasionales crisis de la oferta, abre un periodo histórico de carestía energética que estimulará el ahorro y las fuentes alternativas, invitando a reflexiones nuevas en el terreno de la arquitectura y el urbanismo sostenibles. En este terreno se abren paso una nueva conciencia ecológica y una renovada ética civil [ELPAIS.es]