Un acuerdo de último momento entre el sector privado y el público acaba de dar nueva vida al proyecto de lord Norman Foster para la construcción de un flamante Wembley. El arreglo, de caracter financiero, lo convertirá en el estadio más caro de construir en el mundo, con una factura final prevista para su inauguración, en el año 2006, de 757 millones de libras (unos 1135 millones de dólares) [La Nación 23/10/02]