‘Abajo’ (unten) y ‘arriba’ (oben) eran los términos con los que Martin Heidegger distinguía los dos escenarios en los que discurría su existencia. El primero correspondía a su vida como docente universitario, cuya acomodada posición burguesa y prestigio era expresada por el aspecto de la casa familiar en Rötebuckweg (Friburgo). El segundo, radicalmente opuesto a esa obligatoria concesión a cuestiones mundanas, era la cabaña que hizo construirse en un valle de la entonces pequeña aldea de Todtnauberg en 1922 >>>