Cuando los venecianos despierten la madrugada del primer fin de semana de marzo encontrarán un nuevo puente sobre el Gran Canal, el cuarto, obra del arquitecto e ingeniero Santiago Calatrava. Se convertirá en el primer guiño importante de arquitectura contemporánea en Venecia, dejando atrás diez años de polémica. Algunos lo consideran inútil y demasiado costoso; otros, una obra de arte fundamental que conectará la estación del tren con la de autobuses…[ELPAIS.com]