Frank Lloyd Wright es el padre de la arquitectura moderna. Tras su muerte, en 1959, dejó como legado más de 470 edificios, considerados obras maestras. Su vida fue tan impactante como su trabajo. Se casó tres veces, dejaba plantadas a sus mujeres en apasionadas fugas, gastaba el dinero a mansalva… Sin embargo, sus edificios se caen. Deslumbrado por la belleza, al maestro nunca le preocupó que el hormigón aguantara [el mundo]