La permanencia, es seguramente el secreto deseo que subyace tras la creación de muchas de esas estructuras diseñadas para formar parte del escenario de eventos culturales de trascendencia planetaria, como son las exposiciones universales: alcanzar el estatus magno en la historia de la arquitectura y en el imaginario de la humanidad que han logrado estructuras que se crearon para ser pabellones o emblemas icónicos de esos eventos, del que la Torre Eiffel, motivo de la Exposición de 1889 en París, sea el paradigma absoluto >>>