Buenos Aires / Argentina

inicio especiales sugerir noticia links newsletter  

Belleza Rebelde  / Fredy Massad y Alicia Guerrero Yeste  [04/10/08]

archivo >>>

Galería de imágenes >>>

Terunobu Fujimori se considera 'observador profesional de arquitectura'. Sostiene una teoría, que compara al 'observador profesional' con el luchador de sumo: el observador lucha con sus ojos y sus oponentes son estructuras. Sus victorias se producen cuando descubre algo sobre el edificio ignorado por su propio autor, cuando efectúa algún descubrimiento sobre cómo el edificio fue hecho, sobre su belleza, sobre sus principios de diseño. Sus ojos no buscan arquitecturas imponentes, sino poéticas: estructuras en las que se revela la sustancia compleja y atemporal del hecho de construir y habitar, surgidas de la pervivencia de una sabiduría profunda que se ha manifestado esencialmente en construcciones vernáculas, escondidas. Para Fujimori, tanto el conocimiento como la emoción ante la arquitectura son una misma cuestión visceral, absolutamente de instinto. Su visión es la de la arquitectura que se siente 'del cuello para abajo', vinculada al ser de la tierra, y que denomina 'roja', por ser el color de la sangre, y porque instiga un sentido consciente de la existencia.

La heterodoxia de su obra surge de concebir una arquitectura orgánica, un híbrido consustanciado con la Naturaleza. Sus edificios buscan deliberadamente una tosquedad en la ejecución, un carácter de manufactura artesanal que permita una preservación de las cualidades esenciales de cada material y, simultáneamente, a través de la manipulación por la mano y el intelecto humanos revelen una de las posibilidades de expresión de su profunda belleza en estado puro. En su aspecto de ancestralidad, es arquitectura plenamente contemporánea, fruto de una fuerte y rebelde libertad creativa que desea mantener vivo el aferramiento a una sabiduría primitiva que hace de cualquier acto humano un gesto que exprese su vinculación a la armonía de la naturaleza. El apasionamiento fascinado por construir late como una actitud espiritual.

'Takasugian', la 'casa de té demasiado alta', es su obra donde se expresa con mayor fuerza cómo esa rebeldía de Fujimori consiste en crear estructuras a través de las que se exalte la presencia de lo humano dentro de la energía de la Naturaleza, y el ser humano se erija en intérprete de su belleza.

Extraña, como si no fuera un artefacto hecho por el hombre, es una construcción destinada a acoger una pequeña estancia donde se celebra la ceremonia del té, el ritual japonés a través del cual se eleva a la sublimación el acto sencillo y cotidiano de preparar, tomar y servir esta infusión: una ceremonia imbuida de una dimensión religiosa y espiritual, en la que se expresa el wakeiseijaku -el respeto mutuo que hace surgir una armonía entre personas y objetos-. Imaginada como una guarida en lo alto de los árboles, con diez metros de altura, la sala se sustenta sobre los troncos de dos castaños talados en un bosque cercano. A su pequeño interior, de menos de seis y medio metros cuadrados de superficie, se accede a través de un pequeño hueco al que se accede a través de una escalera. La estancia es austera, reducida a lo esencial -como es norma para las estancias destinadas a acoger esta ceremonia, en las que la tarea del arquitecto es impregnar de sensorialidad espiritual a un espacio casi vacío- embellecida por tres pequeñas ventanas, un fragmento de uno de los troncos sustentantes y un pequeño lucernario revestido con pan de oro barnizado.

Manejándose con fuerza entre los límites conceptuales, paradójicamente no restringidos por condicionamientos materiales que deben aplicarse a la creación de una sala para la ceremonia del té, Fujimori concreta su manera de construir un mundo sencillo a partir del reconocimiento de su complejidad, rechazando amaneramientos, sin apelar a la facilidad y a la literalidad de rasgos regionalistas o folklóricos sino desde un fundamento ideológico cuyo sustrato profundo es el reconocimiento y veneración de lo sagrado que constituye la materialidad primigenia de nuestro mundo real. Diluyendo fronteras, 'Takasugian' es una estructura arquitectónica cuya materia y espíritu le hacen un ser y alma de la naturaleza.

 

Fredy Massad y Alicia Guerrero Yeste

Publicado en ABC, serie 'Insólitos. Arquitectura'

 

 

diseño y selección de contenidos >> Arq. A. Arcuri