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Tras la exposición 'La Reconquista de Europa', realizada en 1999, el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) planteó una iniciativa que permitiera a esta institución ser testimonio del proceso de rehabilitación de los espacios públicos teniendo lugar en las ciudades europeas. De esta voluntad, nació el Premio Europeo del Espacio Público Urbano, cuya quinta edición se ha celebrado este año, y que es convocado actualmente, con frecuencia bienal, además de por el CCCB, por el Institut Français d’Architecture (París), The Architecture Foundation (Londres), Nederlands Architectuurinstituut (Rótterdam), Architekturzentrum (Viena) y el Museum of Finnish Architecture (Helsinki) con el propósito de reconocer y promover el carácter público de los espacios urbanos y su capacidad como agentes de cohesión de la sociedad.

El Premio, cuyo carácter es honorífico, se concede al arquitecto y a la administración pública que haya tomado la decisión política de realizar la intervención, y reconoce esencialmente a intervenciones de 'cirugía urbana' –a pequeña y gran escala- cuyo fundamento de peso sea su vocación social. "Éste es un premio que apela a plantear la ordenación abierta de los espacios, que los haga manejables y muy utilizables por la ciudadanía, que creen zonas de convivencia, antes que reconocer proyectos de monumentalidad. Digamos que es un premio con una vocación más moderna que postmoderna", explica Josep Ramoneda, director del CCCB. Reconocimiento a proyectos que suponen un planteamiento conceptual de democratización plena del espacio urbano, la existencia del galardón y el debate en torno a los proyectos presentados que suscita constituye un compromiso con el mantenimiento de una reflexión y una construcción de una identidad del espacio público en la ciudad europea contemporánea.

"El jurado está integrado por los directores de las seis instituciones convocantes, exceptuándome a mí.- explica Ramoneda.-, que como representante del CCCB delego en un arquitecto o profesional del sector y que actúa como presidente del jurado. Para este cometido siempre procuramos escoger a una persona con una visión muy marcada, bien definida, acerca del espacio público y que esta idea sea sometida a debate antes de proceder a una elección de los premios a fin de establecer un cierto criterio. Esto conlleva que cada edición, el premio confluya en una dirección u otra, en función de la personalidad del presidente y su concepción del espacio público: algunos poseen visiones muy amplias, otros más restrictivas, otros comprenden el espacio público hibridado en lo privado.... La visión de Manuel de Solà-Morales, que ha presidido el jurado este año, ha impregnado mucho la decisión final. La posibilidad de contar con estas diferentes perspectivas es una decisión absolutamente deliberada, a fin de seguir manteniendo activo el debate sobre el tema del espacio público urbano".

El proyecto ganador de esta edición ha sido la Plaza Barking Town de muf architecture/art y promovida por el Departamento de Regeneración del distrito municipal de Barking y Dagenham – este de Londres-: una intervención, nacida de la participación conjunta de actores públicos y privados, que genera un espacio singular con marcado carácter cívico en un área inicialmente concebida como emprendimiento comercial, a través de la creación de una gran plaza, rodeada por diferentes edificios con funciones públicas en su planta baja, tiene una superficie de 6.000m2 sobre la que se entretejen cuatro elementos bien definidos: una plaza cívica, un arboreto, un muro decorativo y unos soportales. Empleando diferentes lenguajes arquitectónicos para elaborar cada uno de ellos, el proyecto trata de expresar la diferencia y la pluralidad como rasgos básicos del espíritu urbano.

Tres proyectos han sido merecedores de menciones: "centrum.odorf", un proyecto de reformulación basada en usos mixtos para una zona periférica, la Villa Olímpica de Innsbruck (Austria), construida entre mediados de los años sesenta y los setenta, para imbuirla de una nueva identidad pública al servicio de la comunidad vecinal llevada a cabo por Froetscher Lichtenwargen; "Other People’s Photographs", una intervención artística en Folkestone (Gran Bretaña) concebida por Strange Cargo Arts Company, elaborada mediante 540 señales incorporadas a elementos de mobiliario urbano y dos pantallas digitales en los cuales se muestran fotografías originales de ese mismo enclave en algún momento del pasado siglo, cuyo propósito es crear una red de recuerdos individuales y compartidos a través del vínculo entre memoria e imagen; y 'Torre del Homenaje' en Huéscar (Granada) de Antonio Jiménez Torrecillas, que plantea la reintegración y reafirmación de un histórico punto de observación militar como eje referente a través del cual proponer nuevas formas de relación perceptiva del paisaje local.

Tal y como en la propia deliberación del jurado se ha constatado, emerge cada vez más fuerte la necesidad de imbuir a la idea de la construcción del espacio urbano de algo más de riesgo. "No trata de ser un juicio excesivamente contundente, pero, en general, ha existido la impresión de que hay buenos proyectos pero todos ellos convencionales y prudentes. Como si pesaran excesivamente las decisiones de las administraciones para garantizar un buen control de los espacios y hubiese un cierto miedo al riesgo .- explica Ramoneda.-. Hemos tratado de premiar aquellas propuestas que apuntaban a algún aspecto interesante, capaces de proponer nuevas formas de organización y dinámicas urbanas". Ciertamente, se advierte que se antepone la contención, que el espacio público se tiende a reducir peligrosamente a un perímetro cerrado, pero también podría pensarse que se trata de una actitud de cautela y la elección de optar por la búsqueda de intervenciones pequeñas que contengan con fuerza ideas importantes, cuyo fundamento radique en la expresión poética y una carga ideológica ante todo humanista, antes que el barullo. Y éstas son ideas para agradecer en tiempos de grandes fanfarrias arquitectónicas y urbanas que están transformando a nuestras urbes en espacios menos habitables, en peores lugares.

"A través de este premio, creo que estamos logrando que tome fuerza una especie de idea bastante mediterránea del espacio público. – señala Ramoneda,- Constatamos en cada edición la dificultad de que emerjan proyectos del norte de Europa, aunque surgen y tienen un gran interés; pero creo que, en el fondo, el espíritu del premio está inspirado por la concepción mediterránea del espacio público como lugar de encuentro, de actividad, de contacto entre diferentes… El planteamiento de querer contribuir a hacer que la ciudad siga siendo ese lugar en el que la gente extraña se sienta cómoda".

Fredy Massad y Alicia Guerrero Yeste

Publicado en ABCD las Artes y las Letras