‘La tragedia del 11-S tiró por tierra uno de los grandes símbolos de la arquitectura contemporánea. La vulnerabilidad de los rascacielos quedó patente y durante un periodo pareció que no era prudente o seguro erigirlos. Pero un lustro después las altas torres que se construyen en distintas partes del mundo y los muros que se han alzado en otras, marcando agresivas fronteras, subrayan el nuevo mensaje de los tiempos actuales’…. [ELPAIS.es]