El culto a la moda llega al paroxismo en Tokio, donde muchos de los más importantes arquitectos japoneses, y también algunos extranjeros, construyen para las grandes marcas de lujo edificios que son a la vez tiendas espectaculares y emblemas corporativos. La obra de Toyo Ito para Tod’s, la de Sejima y Nishizawa para Dior y la de Jun Aoki para Louis Vuitton son las tres últimas incorporaciones a la calle Omotesando, centro neurálgico del comercio suntuario [ElPaís.es]