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Hablar de lo esencial / Fredy Massad y Alicia Guerrero Yeste [12/12/10]

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Ante la imposibilidad de respuestas se hace necesario ahondar para reflexionar acerca de las dudas de la contemporaneidad. El estado deplorable en que nos encontramos y la sensación de estar viviendo una crisis que se va convirtiendo en un estado, va activando reflexiones que, aunque a veces tímidas, nos llevan a comprender que la necesidad de un cambio de rumbo ya no es una alternativa sino una necesidad imperiosa ante una realidad que se empecina en demostrarnos que el sistema en el que vivimos ha quedado completamente obsoleto. Podría alegarse que esto es solamente una fase dentro de una historia cíclica y que ahora son tiempos de hacer hincapié en cuestiones fundamentales, fundacionales, y reconstruir la arquitectura desde sus propios basamentos.

La segunda edición de la Trienal de Arquitectura de Lisboa, bajo el título Falemos de Casas, y cuyas exposiciones podrán visitarse hasta el próximo 16 de enero, supone una buena demostración del concepto y la motivación de idea refundacional, de regresar a lo básico, a la reflexión sobre el habitar, donde la arquitectura se encuentra con su sustancia. El concepto de la Trienal toma como eje un poema compuesto por Herberto Helder en 1961 cuyas metáforas aluden a una idea de la casa como ‘el sabio ejercicio de un poder tan firme y silencioso, clamando desde los tiempos antiguos’, una sabiduría que precede al arquitecto y que se opone y vence sobre cualquier intención suya.

En líneas generales la propuesta que presenta la Trienal de Lisboa en esta edición debe valorarse como muy positiva, y el estado actual de la cuestión requiere que las propuestas procedan de compromisos de este tipo, hacia una búsqueda de lo esencial, lejos de los artificios que en otros tiempos pueden haber sido posibles, y hasta convenientes, y ante la que hoy, por lo menos dentro de lo concerniente a la realidad europea, debe adoptarse una posición de una cierta severidad crítica, dejando para otro momento los caprichos perfomáticos a los que tanto se apela en este tipo de encuentros.

Esta determinación es la que se percibe en dos de las muestras que integran Entre o Norte e o Sul,en el Museu Coleccão Berardo, realizadas por diferentes comisarios para examinar la vivienda contemporánea. Por un lado, la revisión de la ‘House of the Future’ de Alison y Peter Smithson y su planteamiento acerca de cómo los procesos de habitar podían ser activados mediante una forma espacial; y, por el otro, la exposición comisariada por Luís Santiago Baptista y Pedro Pacheco, Falemos de Casas…en Portugal que, a través de nueve viviendas construidas en dicho país, aborda una ‘ética de la recepción’ de la arquitectura, yuxtaponiendo el punto de vista del arquitecto autor de una casa con el modo en que sus ocupantes se relacionan con su espacio, sumando a ello la aportación de cuatro pensadores de diferentes ámbitos en torno a este tema.

Pero si en ellas, la consigna lanzada por la Trienal se percibe con claridad, la concepción de otras de las exposiciones, se concreta de una manera un tanto difusa y navega por un cierto eclecticismo, cuando esa consigna de base requería una postura tal vez más compacta y tajante para tener efectos reactivos. Por ello aparece llamativamente prescindible Fronteiras: O Caso Novartis se centra en los proyectos realizados por Alvaro Siza, Souto de Moura y Peter Märkli para el complejo de Novartis, analizando la expresión de la ciudad sin habitantes que en este emprendimiento se concreta. En contraposición a ésta, A Cidade Popular: África/Brasil observa situaciones arquitectónicas y urbanas en Luanda, Recife y Maputo, analizando el frágil legado de la modernidad en esas zonas tropicales y reivindicando la libertad y heterodoxia de su poética. Por otra parte, la interesante A Ligação Nórdica, comisariada por Peter Cook, se justifica en el hecho de que el ámbito escandinavo ofrece a Portugal una cierta carga mística y una relación de simultánea distancia y conexión, pero finalmente parece quedar de algún modo descontextualizada del marco de debate que la Trienal quiere proponer.

Quando a Arte Fala Arquitectura, en el Museu do Chiado, aborda la interacción entre los campos del arte y la arquitectura planteando la necesidad de que esta interacción entre ambos se mantenga para que exista un campo híbrido para la reflexión crítica.

Las exposiciones Cova da Moura Project y A House in Luanda, en el Museu da Electricidade, examinan la posibilidad de soluciones en la construcción de mejores condiciones de vida. Es en la segunda donde se pueden reconocer las intenciones propositivas de la Trienal, a partir de los proyectos que han respondido a la convocatoria para generar una infraestructura básica de viviendas unifamiliares de bajo costo y una red de servicio desde las que asentar las bases para redefinir Luanda –una capital que Luanda se encuentra en una situación de crisis a causa de crecimiento brutal durante los últimos años, desbordada por su incapacidad para construir viviendas para alojar a esa población en incremento- desde el principio de definir una base de relación interior-exterior entre vivienda y ciudad. No obstante, ante respuestas que retrotraen a la afectación de imaginería y escasa investigación en los procesos de gestión y realidad del lugar, esta exposición acaba advirtiendo del peligro de que en ejercicios de este tipo subyagan impositivas conciencias neocolonialistas o amaguen intereses soterrados (conviene tener presente que en la actualidad Angola es un foco de atención de la antigua metrópolis por la abundancia de recursos naturales y la potencialidad de su emergente economía).

 

Fredy Massad y Alicia Guerrero Yeste

Publicado en el suplemento cultural de ABC, Madrid - Número 974

 

 

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