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Capacidad de reciclaje / por Fredy Massad y Alicia Guerrero Yeste [12/08/07]

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Tras mucho tiempo de depredación y desidia y habiéndose perdido gran parte del trazado urbano original de Pekín, la preservación del casco antiguo de la ciudad se ha constituido recientemente en asunto prioritario para las autoridades locales y gubernamentales chinas. En 2006, el gobierno promovió el desarrollo de industrias creativas que activasen esas áreas urbanas en declive que han debido enfrentarse a las dificultades y limitaciones impuestas por las pretéritas restricciones para cualquier tipo de renovación.

El equipo español Nred, dirigido por Magüi González y José Antonio Sosa, ha sido uno de los invitados para a diseñar una propuesta de renovación para la Nueva Calle Xisi Bei, una de las veinticinco áreas protegidas del núcleo antiguo de Pekín. El desafío de esta propuesta para los estudios participantes consistía en afrontar esas restricciones y superarlas a través de su proyecto, logrando definir una propuesta global para toda el área de Xisi Bei y una solución específica para una de las nueve parcelas en que la zona está dividida. Se trata de una iniciativa que no cuenta con referentes dentro del ámbito, sino de una propuesta que las autoridades proponen a partir de una mirada hacia estrategias occidentales de renovación urbana. El concurso convocaba a arquitectos europeos y asiáticos bajo el lema “Regenerar, Restaurar, Renovar”. Entre los participantes se contaban Rem Koolhaas, ASA Studio Albanese, Odile Decq, Studio Pei Zhu, NAP Architects

Nred han planteado un proyecto basado en un concepto que distingue su práctica arquitectónica, “Reciclaje” y en el que subyace también su concepción acerca de la importancia de atender al paisaje urbano. Interpretan el concepto “reciclaje” como el acto de inyectar nueva energía en lo antiguo, comenzar un nuevo ciclo, mediante un proceso de integración. Bajo este concepto han desarrollado proyectos como la rehabilitación de las Casas Consistoriales, las intervenciones en el Gabinete Literario y el Teatro Pérez Galdós y la Casa Ruíz (todos ellos en Las Palmas, Gran Canaria).

Aquello entendido como antiguo en este proceso de reciclaje planteado para Pekín son los hutong –los callejones del casco antiguo de la ciudad formados por alineaciones de siheyuan, viviendas tradicionales con un patio central-, la alusión los elementos del paisaje natural, la disposición original del suelo; y lo nuevo es la energía que dinamiza la ciudad contemporánea y su vocación de transformación. Este concepto de reciclaje significa no atarse a la conservación nostálgica y recreacionista de un área viva de la ciudad sino realizar una lectura profunda de las trazas dejadas por el pasado rural, no tan lejano en el tiempo histórico de Pekín, que dio origen a la urbanización de este área y manteniendo las constantes vitales que con claridad fueron quedando impregnadas en ella. La actuación de Nred nace apelando a los modos ancestrales de distribución de la tierra definidos por los usos agrícolas (la arquitectura geométrica del arroz, el patrón estriado de los campos de cultivo, los senderos, la orientación del sol) origen del tejido, las casas de tierra excavada…“Desearíamos que el proyecto haga visible aquella estructura profunda, que construya de nuevo aquellas tramas” explican. “El espacio urbano puede redefinirse y transformarse poniendo en evidencia órdenes ocultos cuando se superponen, sobre su masa fragmentada y heterogénea, determinados momentos referenciales”.

La propuesta surge de trabajar con precisión para recuperar el área sin que se pierdan sus constantes fundamentales, recurriendo a conceptos capaces de traspasar culturas; enfrentándose a una forma de ser compleja de descifrar, a la que el presente globalizado nos coloca frente a frente. La intervención de Nred salta los clichés de acción de los conceptos arquitectónicos que se aplican en las metrópolis globales, de los que de hecho partían esta convocatoria de desarrollo de ideas – sugiriendo la posibilidad de hacer de la zona un gran espacio comercial para primeras firmas de moda- y recurre a desarrollar su planteamiento a partir de la aplicación de unos conceptos de operación locales que les permiten articular una mirada poética, fruto del encuentro sensible de una cultura con los aspectos esenciales de otra.

El proyecto de Nred es evidencia de la importancia fundamental que acciones arquitectónicas a pequeña pero decisiva escala pueden tener en las grandes metrópolis asiáticas contemporáneas. El concepto de intervención planteada por González y Sosa destaca por evitar comprometerse a acatar insensiblemente las dinámicas del progreso, que en el caso chino resultan especialmente intensas, veloces y de consecuencias muy complejas – encarnando la forma de progreso que puede calificarse de ‘violencia de la modernización’, como expresa el poeta chino Xi Chuan-. Evitan concentrarse en producir un nuevo ámbito urbano cuya única función se reduzca a constituir un área comercial, y con ello evitan hacer de su intervención la creación de una capa protésica superpuesta al tejido de la ciudad. El resultado de su proyecto hace de la Nueva Calle Xisi Bai “una secuencia de espacios públicos concatenados por la lógica de conservación y el deseo de generar nuevos espacios sociales. Una secuencia espacial compuesta de contracciones y expansiones, a lo largo de la cual se van concatenando nuevos usos. Los nuevos centros creativos son espacios diáfanos, contingentes, espacios abiertos donde tiene cabida la creación, la producción artística, la exposición, el comercio, donde quepan los locales de primeras marcas junto a la producción artesanal o la industria de la creación. Los volúmenes se ordenan siguiendo la trama geométrica de los antiguos cultivos de arroz, pero su geometría, perfectamente reconocible, quiere ser blanda, se adapta, se curva como si se modelase con las manos, para ajustarse sin violencia a la trama de casas existente”.

El resultado es la generación de una intervención no impositiva, sino potencialmente reactiva: crean las condiciones para la emergencia de un nuevo funcionamiento que actualice de manera específica las estructuras y actividad de esta zona de Pekín, pero no forzándola a una definición establecida sino constituyendo una base que permita paulatina y fluidamente la renovación del área y articule su integración al tejido total de la capital, logrando asimismo un sólido ejercicio de preservación y resituación de la memoria dentro de un ámbito urbano en proceso de mutación.

 

Fredy Massad y Alicia Guerrero Yeste

Publicado en el suplemento cultural de ABC.es

 

 

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