Diecisiete años después de que se inaugurara la Exposición Universal de Sevilla, el recinto que la acogió sigue proporcionando sorpresas no del todo agradables… El recinto de la Expo 92 ha envejecido mal. Los espacios públicos, pensados para el peatón, están invadidos por miles de automóviles que no tienen donde aparcar porque nadie pensó en los vehículos de motor cuando se decidió reconvertir la isla de la Cartuja en polígono empresarial…. [elmundo.es]