El Estadio de Mineirão y el barrio de Pampulha fueron concebidos en la década de 1940, inicio del desarrollo de la fiebre que regía la política económica de Brasil en los años siguientes. No es casual que el autor del Complejo de Ocio y Turismo de Pampulha, fuese Juscelino Kubitschek, actual alcalde de Belo Horizonte, que invitó a Oscar Niemeyer, Roberto Burle Marx y Cándido Portinari, entre otros, para imprimir la cara de su proyecto eminentemente moderno. Un ensayo exitoso para su Brasilia de 1950 y 1960.
Mineirão fue inaugurado en 1965 como el segundo mayor estadio de fútbol del mundo, con una capacidad final para cerca de 130 mil personas. Con su estructura rítmica de concreto armad y su monumental volumetría, el proyecto de Eduardo Mendes Guimarães Júnior y Gaspar Garreto, se tornó en un ícono del paisaje. Hoy, la laguna de Pampulha, los edificios de Niemeyer y la estructura de Mineirão se desplomaron.
En la época de construcción, Pampulha era un barrio aislado, a 10 km del centro consolidado de Belo Horizonte, pero ahora integra la mancha urbana de la ciudad y se encuentra en el eje de expansión. A pesar de contar con una buena infraestructura, el barrio aún carece de equipamiento urbano y mejor oferta de servicios.
Con la elección de Brasil para organizar la Copa Mundial 2014 y la escalada de Mineirão para albergar los juegos del torneo, llegó la oportunidad de transformar el Gigante de Pampulha en un complejo deportivo multifuncional, la tendencia de los estadios modernos: ofrecer variedad de servicios que se centran en un foco de atracción de la zona y la ciudad entera, posibilitando y sosteniendo económicamente el complejo.
El instrumento escogido para viabilizar este modelo de operación fue la asociación pública-privada (PPP), en la que se definió que la remodelación del estadio sería asumido por una empresa que recibiera, a cambio, la concesión del uso del emprendimiento por 25 años.
La empresa vencedora de la licitación fue Consorcio Minas Arena, que convidó a los arquitectos de BCMF (Bruno Campos, Marcelo Fontes y Silvio Todeschi), de consolidada experiencia en proyectos de arquitectura deportiva, para ser responsable por el proyecto ejecutivo del Nuevo Mineirão. BCMF ya había diseñado el Complejo de Diodoro para los Juegos Panamericanos RIO 2007, y la mayoría de los estudios conceptuales para la documentación relativa a la victoriosa candidatura de los Juegos Olímpicos de 2016.
La tarea consistía en revisar el proyecto básico utilizado en los términos de referencia de la licitación (de GPA&A y el alemán GMP) y entregar un nuevo diseño para la construcción de acuerdo con las demandas del consorcio y de PPP. Las innovaciones fueron desde la adecuación a nuevos requerimiento de la FIFA, la Ley General de la Copa del Mundo y el nuevo IT del Cuerpo de Bomberos, a los nuevos conceptos para integrar el complejo en su contexto inmediato y potenciar la exploración comercial del complejo, pasando por la reconfiguración completa de la arquitectura externa (“terraza”) y la nueva extensión de cobertura – todo teniendo en cuenta un período escaso.
Las alteraciones dentro del estadio responden básicamente a las exigencias de la FIFA: accesos, seguridad, capacidad, visibilidad, áreas de prensa, instalaciones para los atletas, logística. Lo más destacado es la extensión de la cobertura, fundamental para el confort del público dentro del estadio (protección contra la intemperie) y fuera de él (fin del efecto penumbra en la transmisión televisiva). Externamente, fue necesario reconfigurar el uso del terreno, antes utilizado casi en su totalidad como estacionamiento, para dar condiciones de acceso y apoyo al estadio y posibilitar la operación comercial característica del modelo PPP.
Un análisis de la evolución de las tipologías de los estadios deportivos en las últimas décadas revela la tendencia a incorporar nuevos programas que, por estar fuera de la arena, se encuentran dos expresiones clásicas: o que el estadio se añada a un podio, es decir una plataforma en la base del edificio principal – como en los estadios de Green Point en África del sur, Allianz Arena en Múnich-Alemania, y el Castelão, recién inaugurado en Fortaleza -, o que se acople un volumen vertical que forme un todo compacto – como es el caso de Itaquerão, en São Paulo.
La adición del programa en Mineirão no se pudo realizar de otra forma que no fuese la inserción de un podio, dado que el estadio es, no solo una estructura existente, sino torcida. La gran innovación del equipo de BCMF fue articular esa plataforma con la ciudad y con el estadio: subvertir la solución clásica del podio, que hace referencia a un edificio horizontal (como en los ejemplos descritos anteriormente y en el diseño básico de Mineirão), una plataforma ejecutada y esculpida en el terreno, modelándose al eje, organizándose en diversas plazas de uso semipúblico en niveles escalonados.
Estas plazas son integradas en el nivel con el entorno inmediato y percibidas como una continuación del terreno de la ciudad. Suaves rampas y planos inclinados, ladeando escaleras con proporciones de gradas, confieren accesibilidad universal a todos los puntos, inclusive la arena. La aproximación del público es gradual y muchas áreas de estar son encontradas por el camino. A partir de una de ellas fue hecha la conexión con el Gimnasio de Mineirinho, sobre el sistema viable existente.
Toda la topografía artificial del terreno es, así misma, destinada al flujo peatonal – o de multitudes. Ya el subsuelo asigna una intrincada red de flujos operaciones y áreas de servicio y programas propios de PPP (áreas comerciales e institucionales) y de requerimiento del gobierno (Museo del Fútbol, puesto de salud, tribunal de pequeñas causas). Se establece entonces, una sectorización vertical (en corte) asociada con la tradicional sectorización horizontal (la planta), que separa el frente del complejo, por encima, a la parte posterior, por debajo.
Eventualmente, estos dos mundos se encuentran: escaparates emergen a la superficie de la terraza en distintos puntos, estratégicamente localizados de manera de activar varias plataformas. Al añadir un anfiteatro conformado por las escaleras y la intención de promover los eventos públicos y actividades, las tiendas deben garantizar el flujo de personas todos los días de la semana, contribuyendo en la calidad de experiencia urbana en el barrio y para la rentabilidad del negocio para el operador.
En cuanto a los marcos estructurales, la losa de la cobertura y las gradas más altas, se mantuvieron, los anillos intermediarios e inferior fueron demolidos y, el campo, rebajado en 3,40m. Con eso, se han logrados los requerimientos técnico de la FIFA. Sobre toda la área de gradas fueron dispuestos asientos numerados, ergonómicos, resistentes y en tres tonos de grises, lo que generó un inusual efecto pixelado, en un fondo neutro para la aplicación de comunicación visual de colores vibrantes de los cuatro sectores, diseñado por Hardy Design. La capacidad del estadio se aumentó en 62.160 lugares.
La extensión de la cobertura tenía su solución integralmente redefinida. El Equipo de Engeserj, responsable por el proyecto estructural, utilizó estudios hechos en UFMG sobre la estructura de concreto de Mineirão y concluyó que su esqueleto fuerte y sólido podría y debería participar del proyecto para la cobertura. La solución mixta acompaña el ritmo de las 88 puertas del estadio, apoyándose en ellos, y creando 26 m de extensión de cobertura en blanco.
El primer paso fue hacer un esfuerzo en aliviar la tensión con un trabajo de protección de vigas, con cilindros hidráulicos y cables de acero. La estructura, que había cedido cerca de 30 cm a lo largo de los años, fue elevada encima de su nivel original de manera que, al final, con la nueva carga, pudiese volver para una condición próxima a la de sus días. Entonces, los pilares fueron reforzados con sistemas de amarres integrados por placas metálicas y tirantes de acero. Fueron entonces insertadas, una por una – cerchas planas compuestas por tubos de acero y encerrados en piezas moldeadas de hormigón – junto a cada uno de los pórticos estructurales. Finalmente, el conjunto recibe una membrana autolimpiante.
Sobre la losa de la estructura existente fue instalada una red de paneles solares que harán de Mineirão la mayor planta fotovoltaica sobre la cobertura de Brasil. Se estima que se producirá energía suficiente para atender a 1200 residencias: el estadio tendrá disponible esa energía para la red pública, la cual la usará para el uso propio. El agua de la lluvia será recolectada y reutilizada. Cerca del 90% del material demolido fue triturado, demolido y reutilizado en el nuevo concreto. La silla y el césped fueron donados a otros estadios.
El Estadio de Mineirão apunta a caminos sobre cómo mega-eventos pueden dejar un legado para las ciudades. Ven como respuesta las demandas de escalas mayores, del barrio y la ciudad – un nuevo programa incorporado con la creación de plazas y espacios semipúblicos. Así, el terreno de la ciudad se expande por la arquitectura.
Ficha técnica:
Arquitectos: BCMF Arquitetos
Año: 2012
Área construída:348.900,00 m²
Ubicación: Belo Horizonte, Brasil
Materialidad: Hormigón
Equipo:
Arquitectos a Cargo: Bruno Campos, Marcelo Fontes, Silvio Todeschi
Equipo Diseño: Patrícia Bueno, Leonardo Paes, Luciana Maciel, Michelle Moura, Mara Coelho, Leonardo Rodrigues, Joana Vieira, Carolina Eboli, Gabriela Jacobina, Henrique Amin, Isabel Garcia, Thiago Bandeira, Camila Belisário, Fani Frkovic, Demetris Venizelos, Daniela Ribeiro, Marta Guedán Vidal, Felix Morczinek, Charlotte Fredriksson y Frederico Almeida
Imágenes gentileza > BCMF Arquitetos
Fotógrafos > Alberto Andrich / Leonardo Finotti / Joana França / Gustavo Xavier / Eugênio Sávio
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